Suben altas las rosas en su pecho
que en balcones ya quiso engalanado
cuando esquivo y mordaz pasó a su lado
el que fuera promesa de su lecho.
Suben altos los lirios en su pecho
que en canciones bailara con su amado,
ese que ha de venir y no ha llegado,
ese que hace montaña este repecho.
Y le crecen los lirios y las rosas
en la pantalla plana del destino
que en su mala fortuna se lamenta,
si de un beso le nacen mariposas
reverdezcan las flores del camino
en su nombre, hermosa cenicienta.