viernes, 7 de enero de 2011

Navidad




Los pastores a Belén,
niña acerca las guirnaldas,
vamos a vestir al árbol
que está desnudo de ramas.
El rebaño junto al río
tan quietecito de plata,
el musgo del alma fuera,
junto a las piedras nevadas;
los peces en la corriente
y la paloma en la casa.
Alcanza el espumillón
y ponle la minifalda;
el pescador en el puente
y en el puente la esperanza.
Dame un dulce y el pesebre
que el Niño no tiene cama;
la serpiente de colores,
qué guapa estás cuando cantas
a San José y los calzones;
los corazones en grana,
los soles de plata y oro
que dan calor en la rama,
el mismo calor de entonces
cuando tenía tu cara.
Campesinos y alfareros,
quedan pocos en la caja,
viandas junto a la hoguera
y un puchero con el agua;
si me olvido de quererte
me lo recuerdas mañana.
El carro va en el camino,
el camino va a la casa,
la Virgen va junto al Niño,
y junto al Niño la vaca.
Hacia Belén va una burra
mientras yo me remendaba.
La estrella de Oriente en alto,
la pongo yo, que te matas;
los reyes con los camellos,
hoy vete pronto a la cama
que hay un paje en el tejado,
no te vea levantada.
El ángel blanco custodia
las figuras que nos faltan.
Que descanses, niña mía,
tápate bien que hay helada.
Los pastores a Belén
y los sueños en tu almohada.