Donde arrecian los vientos espuma de sueños
Cuando cierra las fauces el bosque nocturno
Las luciérnagas bailan besando el silencio
Aunque escribo por el simple gusto de escribir, o por la necesidad de hacerlo, a veces busco el aliciente de algún concurso literario para incordiar a ese duende creativo y perezoso que habita en cada uno de nosotros y que sería feliz bajo la buena sombra de un árbol, tumbado a la bartola, si le dejáramos. Y por esas cosas de la vida, resulta que este micropoema resultó finalista en el concurso semanal de la pagina elcultural.es del diario El Mundo de la primera semana de Agosto. Simplemente pretendí rendir con él un humilde y sencillo homenaje a las víctimas del terrible accidente de tren de Galicia. Descansen en paz
Toño, me alegro mucho por esa distinción para tu poema homenaje, se la merece. Es una joyita. Y me uno a tu recuerdo para las víctimas.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Muchas gracias, Jero, tanto por tus apreciadas palabras de elogio para el poema como por esa adhesión al recuerdo de las víctimas. Hice el mismo trayecto en tren que el que sufrió el accidente, dos días más tarde, y aún recuerdo el profundo silencio en el vagón en el momento de pasar por el lugar del triste suceso, y ese sentimiento que aún mantengo de estar en manos del azar, el destino o como lo queramos llamar... al final es él quien elige el final de nuestro camino.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo.
Es un precioso homenaje querido poeta, la tristeza hace que el sentimiento aflore y salgan palabras memorables. Todos estamos en manos del azar, me alegra haber venido hoy
ResponderEliminarEs muy díficil, Toño, concentrar tanto en unas pocas palabras, en estas tiene tanto que ver tu alma de poeta como tu espíritu de hombre que se emociona con estas cosas que nos cortan la respiración.
ResponderEliminarUn abrazo.