Es más fácil guardar silencio que pedir perdón.
Os pido perdón, amigos y queridos Lyliam, Enrique y Jero, por no haber sido capaz en todo este tiempo de contestaros, de dejaros una mínima muestra de agradecimiento por vuestra presencia aquí, vuestras palabras y apoyo incondicional. Os puedo asegurar que agradezco mucho todo eso, esas huellas que habéis ido dejando en este tiempo de ausencia, que aprecio de veras y lamento no haber contestado en su momento.
Querida Lyliam, yo también soy como el gato de Alicia, en algo nos parecemos ;) El tema que sonaba de fondo se llama Albatros, de Wayne Shorter. Mil gracias por estar ahí a pesar de todo, y sobre todo, por esas cariñosas riñas.
Enrique, Jero, apreciados poetas y amigos, una vez más, gracias de corazón por estar ahí.
En fin, me he hecho el firme propósito de estar algo más activo en este “curso” que comienza. Prometo no tardar un año en contestar :)
Un abrazo
Hola Toño, por mi parte no tienes que disculparte, en este mundillo de los blogs las ausencias son comprensibles y todos tenemos paréntesis de este tipo por razones casi siempre ajenas a nuestra voluntad.No obstante, acepto tus disculpas con la condición de que escribas más a menudo, siempre se echa de menos la buena poesía...:)
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias Jero. Espero algún día tener tiempo de sobra para poder dedicarme de pleno a esta afición nuestra de escribir. En cualquier caso y mientras tanto, trataré de cumplir mi penitencia...:)
ResponderEliminarUn abrazo.
Somos dos simpáticos mentirosos jajjajajjajjaja, yo igual te quiero.
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